viernes, 24 de abril de 2009

Los cantos de Hyperion

No soy muy adicto a las novelas. Como sabéis prefiero siempre cualquier tipo de ensayo. Pero sí que hay unas cuantas por las que hacer una buena excepción (y por ello me encantan vuestras recomendaciones para dilatar dicha selección). Hace poco vi una noticia sobre la versión cinematográfica de Hyperion, de Dan Simmons. Parece ser que para los entendidos sobre el género esta tetralogía se considera como la tercera mejor saga de ciencia ficción tras Fundación (Asimov), y Dune (F.Herbert). Si bien la segunda de ellas no la he leído (aunque la versión de Lynch es de mis películas favoritas), la primera para mi gusto cuenta más con la magistral forma de narrar las cosas de Asimov (yo no dejo de releer su colección de historia) que por lo que cuenta realmente. Yo conocí los Cantos de Hyperión gracias a Abel que me prestó Endymion al quedarme sin literatura en un viaje en Kalamata.

Los Cantos de Hyperión son cuatro libros divididos a su vez en dos. Por un lado están los dos primeros (Hyperión y la Caída de Hyperión) en el que el universo está a punto de entrar en un conflicto total y siete peregrinos van a las Tumbas del Tiempo en el planeta prohibido de Hyperión, donde les espera el señor del dolor, el omnipresente Alcaudón, un ser que no parece seguir los principios del tiempo y que es la imagen viva del apocalipsis. El primero de estos libros es en verdad una versión de los Cuentos de Canterbury de Chaucer, y cada uno de los peregrinos tiene detrás una tormentosa historia. Al final la trascendencia de dichas confesiones superará el interés personal de redención para conectarlas con el problema de trasfondo: su mundo (esto es, la red de mundos, la Hegemonía) no es lo que parece y quizá el alcaudón no sea más que su redentor.

La segunda parte de la saga es la historia de Endymion (Endymión y el ascenso de Endymion). Trascurre mil años después y tiene como protagonista una iglesia que es capaz de dar la inmortalidad con la imposición del sacramento del cruciforme, a través del cual domina el mundo, la Pax. Lo que la iglesia no sabe es que por medio de dicha imposición un orden caído hace mil años intenta restaurarse (o quizás nunca cayera…). La historia narra las peripecias de Endymion, un vulgar personaje convertido en guardaespaldas de la nueva mesías Aenea, que debe restaurar el dominio humano del universo arrebatándoselo de las gentes que están tras el cruciforme.

Sinceramente es una space opera que recomiendo a aquellos que les interese mínimamente la ciencia ficción (a mi no me va demasiado y los cantos me gustaron) y que no busque literatura sencilla a lo Dan Brown, pues mezcla múltiples personajes y la obra muchas veces no sigue un orden temporal, precisamente porque el tiempo en este mundo termina significando poco. Además Simmons no cuenta con la fineza y la continuidad de otros autores, pero crea la que quizás sea la trama más interesante que haya leído en una obra de ficción. Lo poco que he contado antes esconde una historia mucho más profunda, del todo original y que, no os preocupéis, seguro que la versión cinematográfica se carga totalmente.

1 comentario:

  1. Ciertamente novedosa la nueva entrada; nada que ver con Historia o música y sobre todo siendo novela. Igualmente interesante, ya te diré cuando lea algo del tema.

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