viernes, 25 de junio de 2010

Romped, llenad, bebed! El vino y el fracaso en la toma de Cádiz (1625).

Esta es, en mi opinión, una de las de las mejores escenas de Asterix: cuando las legiones de César pierden la disciplina por el vino. Una situación que, curiosamente, tiene similitudes con un hecho acontecido en Cádiz en 1625.



Ese año los ingleses planeaban repetir la hazaña de tomar el puerto español, algo que habían hecho ya en 1596. Sin embargo la experiencia fue un total desastre (tanto que es uno de los casos estudiados por Geoffrey Regan en su “Historia de la incompetencia militar”). El culmen de aquella cadena de despropósitos fue cuando, a punto de enfrentarse con los españoles Wimbledon, líder de la fuerza expedicionaria, permitió a sus soldados que se refrescaran con lo saqueado en una bodega local. La escena terminó como en la película: los ingleses empezaron a engullir mucho más que la barrica por regimiento que se les había permitido y finalmente olvidaron cualquier disciplina, con peleas entre grupos y un motín por el que el mismo Wimbledon vio peligrar su vida.


Con la resaca, los ingleses se retiraron sin haberse enfrentado a los españoles. Y, de la misma forma que Asterix, al llegar Medina Sidonia a la zona solo se encontró con unos cuantos alborotadores con resaca que habían sido abandonados por sus capitanes(y que en esta versión real y mucho más cruda, fueron capturados y ejecutados).

viernes, 11 de junio de 2010

La elección de 1648 y España

En 1648 moría Ladislao IV de Polonia. Y lo hacía en un momento crítico. Sus intentos por entrar en guerra contra los turcos no había más que logrado desestabilizar una Ucrania donde, poco antes de que muriera, los cosacos se levantaron en armas y, unidos a los tártaros, derrotaron a los ejércitos polacos. En este ambiente la República de Polonia quedaba descabezada y a merced de un largo proceso de elección.

El rey de España tenía por aquel entonces interés en los asuntos de Varsovia. A pesar de que hacía poco que había concluido la revuelta de Nápoles y la guerra de Francia se extendía por Italia, los españoles estaban interesados en que los polacos auxiliaran a Venecia creando una “diversión” en Ucrania. Para ello había trabajado su enviado, el barón de Auchy. Este tuvo que enfrentarse a la creciente influencia francesa en la zona, así como a la escasez de unos fondos que dependían en gran medida de los territorios italianos recientemente levantados.



Sin embargo la oposición de la dieta, así como la escasez de fondos hicieron que poco a poco el Consejo de Madrid cediera ante las súplicas de relevo del barón. De esta forma, a principios de 1648, se le concedió licencia finalmente al enviado español. Cuando Ladislao murió en mayo ni el rey de España, ni tampoco el emperador, contaban con ningún enviado en la corte de Polonia que pudiera intervenir en la futura elección.

Desde Viena el embajador, el Duque de Terranova, fue quien tuvo que llevar la iniciativa. (…) Es por ello que decidió enviar a un agente a la zona que informase a los ministros del rey de España. Este era Alegro de Alegreti. Su labor inicial era tantear a los candidatos a la corona, así como en apoyar a los afines a la casa de Habsburgo. (…) sus instrucciones eran apoyar a los dos hermanos supervivientes de Ladislao, pero más a Carlos Fernando que a Juan Casimiro.



En el pasado los hermanos Vasa habían tenido estrechos lazos con los Habsburgo. En 1635, cuando empezó la guerra con Francia, desde Madrid se había decidido conceder una pensión de 1000 escudos a cada hermano. Incluso Juan Casimiro recibió el Toisón de Oro y viajó a España para recibir un cargo de Felipe IV. Sin embargo aquí empezó a torcerse las cosas para el mayor de los Vasa. Apresado por los franceses de camino a España, estos empezaron a aproximarse al príncipe. De esta forma tras su liberación partió a Roma para lograr el capelo cardenalicio, que lo gano según los españoles, gracias a la intermediación de Francia.

Sin embargo iba a ser la rebelión ucraniana la que polarizaría las posiciones de la elección. Por un lado Carlos Fernando, el pequeño, contaba con el apoyo de los partidarios de la guerra. Juan Casimiro, por el contrario, abogaba por la negociación. Este último además contaba con dos apoyos fundamentales: el gran canciller Osolinski y la reina viuda. Maria de Nevers era una mujer ambiciosa. Francesa, contaba con gran influencia en la corte y peso mucho en que los franceses hicieran de Juan Casimiro su candidato. El precio a este apoyo era casarse con el nuevo rey, cosa que hizo poco después.



Ambos personajes, canciller y reina, finalmente ganaron la elección. Los candidatos de la guerra, en pleno proceso de elección, fueron derrotados en Pilawa por los cosacos, y su posición se fue deteriorando hasta que en noviembre de 1648 Carlos Fernando desistió y cedió ante su hermano.

En principio la candidatura francesa había triunfado. Sin embargo el rey de España (como también el emperador) se mostraron ambiguos en la elección y pronto informes desde Venecia avisaban que, para disgusto del embajador francés, Juan Casimiro inmediatamente hizo buenos gestos hacia los Habsburgo. Así, su primera aparición pública como rey la había hecho portando el Toisón de Oro regalado por el rey de España, y no con la orden que acababa de recibir de Luis XIV (motivo por el que el embajador, que había financiado la candidatura, se retiró). Y es que en este periodo de inestabilidad en Polonia, con unos súbditos tan díscolos, el rey de Polonia no podía prescindir de un aliado tan cercano como los Habsburgo.

(este es un fragmento del guión usado para la ponencia de "La elección real de 1648 y la diplomacia de Felipe IV" hecha en Granada -de donde son las fotos- en junio del 2010)