Después de tener esto un poco abandonado por la tesina intento retomarlo con algo más que música.
El “Gran Juego” es el término que acuñaron los británicos del XIX para referirse al conflicto que tenían con Rusia por hacerse con el control de Asia Central. Dicho término tuvo éxito, por lo que pervivió en el siglo XX usándose para describir otra partida: la que jugaron el K.G.B. y los servicios de inteligencia occidentales durante la Guerra Fría. A partir de ahora al hablar del “Gran Juego” me referiré a este último conflicto (y si escribo sobre la contienda de Asia entre los zares y los ingleses utilizaré “Torneo de Sombras” el título que utilizaban los rusos).
Quizá uno de los momentos en el que el espionaje gano más calado en la conciencia mundial (007 y Grahan Green de lado) fuera la huída a Moscú de Kim Philby, “el tercer hombre”. Con ello se confirmaban los peores temores y huía el último integrante visible del conocido “Círculo de Cambridge”, un grupo de “topos” del MI6 (el servicio secreto británico) que había filtrado a Moscú de toda clase de secretos desde la Segunda Guerra Mundial. El Círculo de Cambridge era una compañía creada en los años treinta a iniciativa del N.K.V.D. (antecesor del K.G.B.) en esa universidad, que integraba a una serie de estudiantes, hijos de afortunados linajes de la Gran Bretaña, convertidos en agentes de Moscú por la causa del comunismo. Uno de sus fundadores, llamado “Man” (hombre), fue Theodore Maly.
Nacido en 1894 en Hungría, Maly había sido sacerdote en su patria. Sin embargo, vivió tiempos difíciles, y las desgracias de la I Guerra Mundial le llevaron perder todo tipo de fe. Capellán de los ejércitos austro-húngaros, fue capturado por los rusos, convirtiéndose en comunista y ateo convencido. A partir de entonces, empezó a servir a Moscú como espía en el extranjero, donde probablemente ideó este plan de alistar a los estudiantes de Cambridge. Las estrategias que utilizó fueron muy variadas, pero el objetivo final era que sus “soldados” entrarán en los servicios de inteligencia británicos para luchar contra el capital desde dentro. Para ello, debían rechazar abiertamente toda ideología comunista e incluso mostrarse como fascistas convencidos (como el mismo Philby hizo en España en la Guerra Civil). El tiempo comprobó el gran éxito de “Man”. Durante la guerra y los cincuenta un gran número de espías tanto ingleses como norteamericanos fueron capturados por el K.G.B. ante el asombro de los occidentales, y gracias a ellos hasta los sesenta Moscú pudo jactarse de estar ganando este “Gran Juego”. Sin embargo, eso fue algo que Theodore nunca pudo ver. En 1937 fue llamado a Moscú por Stalin, quien no se fiaba de él. Ese mismo año fue acusado de ser un agente alemán ,siendo ejecutado.
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